Pacualí
COREOGRAFÍA
Nombre: India Pacalí
Ritmo: Mix de Ritmos Andinos
Coreografo(s): Rubby Cecilia Santander de Eraso - David Escalante - Harold Jimmy Eraso Santander
RESEÑA
Esta propuesta coreográfica es una estampa histórica de la cultura indígena de nuestra región, basada en la Leyenda Samanieguense de La India Pacualí de autoría de Álvaro Alfonso Santander Bastidas.
Esta danza inicia mostrando a la Tribu Abade adorando a su Cacique Ticuncas y su Cacica Katinga, quien encontrándose en estado de embarazo es raptada por la Tribu de los Sindaguas. Posteriormente representamos el nacimiento de PACUALÍ, quien crece en medio de los Sindaguas, pero compenetrándose con las enseñanzas y costumbres de su Madre Katinga, quien al filo de una media noche de clara luna logra escapar con su hija PACUALÍ, retornando al Tacampús de sus amores. Posteriormente, en un encuentro propiciado por Pacualí con voces y señales de Paz, con el joven Cacique Sindagua Guisdí, muy galante y prendado ya del valor y de los encantos, belleza, dulzura, gallardía, inteligencia, talento musical y la dulce voz, de La Hermosa Hija del Sol, logran juntos obtener lo que sus hermanos de raza no pudieron con las armas; La Paz entre sus Tribus. Para finalizar representamos la efigie de La India Pacualí plasmada en el monumento “SUMAGUSHINTI”, palabra Quichua que significa “HERMOSA HIJA DEL SOL”, ubicado al costado Norte del Parque Del Sol Andino y quién se convirtió en una de las identidades culturales de la población Samanieguense.
La leyenda de la Princesa Abade Pacualí, está casi perdida en la tradición oral de nuestras gentes y es por tanto desconocida. Queremos revivirla para conocimiento general y ojalá incorporarla a la historia de la prehispanidad de la región y del Departamento. Sirva ella a las nuevas generaciones nariñenses como ejemplo de valor, de patriotismo y de los nobles sentimientos de unos exponentes de las razas aborígenes que, al igual que los de otras partes de Colombia y del continente, constituyen honor y orgullo del ancestro nativo, cuya sangre fecundó su suelo para que sobre él se levantaran los pueblos que hoy conforman la gran comunidad latinoamericana.